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El Mundo de Juaki

Habemus Papam (sin choco)

Habemus Papam (sin choco) Por si acaso ha estado usted las últimas cuarenta y ocho horas en un atolón perdido de la Micronesia oriental, le comunico que los cardenales que estaban celebrando una fiestecita en el Vaticano ya han elegido al nuevo hombre-medicina de la tribu: Joseph Ratzinger, Ratzie para los amigos.

Pos la hemos cagao, oiga. Lo que nos faltaba. Núcleo duro, duro, duro, como para un anuncio de Duracell. A mí, sinceramente, que de católico na más que tengo el bautizo que me impusieron mis padres aprovechando que era recién nacido y que no podía defenderme, me la trae al pairo, pero he comprobado que a los de verdad, a los que van a misa y se creen las doctrinas, les ha sentado como una patada en los huevos.

Por lo visto, el Ratzie se opone de manera frontal a todo lo que signifique avance o evolución, y, mireusté, eso es lo que necesitamos ahora más que nunca. Ya va siendo hora, digo yo, de que dejen a las mujeres incorporarse a la liturgia, de que admitan la homosexualidad como una característica más del ser humano (y no como una lacra o una deformación genética), de que no prohíban el uso del preservativo en los países del tercer mundo (ni en los del primero, pero allí hace más falta), de que dejen a un lado postulados y posturas propios de la época medieval.

Aunque, según me ha dicho un sacerdote progre esta mañana, va a ser que no.

Ratzie viene con la sonrisa torva dispuesto a poner las cosas en su sitio, a quitarse de encima a los curitas proletarios (como mi amigo) y a imponer el más dogmático y férreo de los últimos papados. Pa colmo es alemán, usease, más terco que una mula coja, por lo que me da a mí en la nariz que, de un modo u otro, liarla la va a liar.

En fin, que parece mentira que estemos donde estamos y vivamos donde vivimos. Igual es que es verdad que estamos en Matrix, tos metíos en un tarro de mayonesa vacío, llenos de cables, y flipándolo por colores. Porque si no, es que no se explica.
Decían el amigo Alfred en Crisei que la gente estaba ayer en la Plaza de San Pedro como si en vez de esperar al Papa estuvieran celebrando un botellón. Y no tengo porque dudarlo: esto de la mística sube mucho. A Santa Teresa me remito.

Saludos desde la Frontera

2 comentarios

Juaki -

Si tienes razón, Fonzo, más que un santo varón de la Iglesia... Pero es que si no lo digo reviento. Te los juro por esnupy.

AMs -

Iba yo a poner algo del Ratzinger Z, pero ya que los has escrito tu, eso que me ahorro.
Pero ¿a tí que mas te da?
Si a fin de cuentas la gente despues hace lo que le sale de dentro. ¿Que es duro? pues que lo sea. Se va a quedar mas sólo que la una.