Sólo sé que no saben nada
Hace unos minutos, un alumno de segundo de secundaria (unos trece años) me ha preguntado si en Barcelona era la misma hora que aquí, en Cádiz. Yo, pretendiendo estar hablando con un ser humano normal, le he dicho (con clarísima ironía despeñándose de mis palabras) que no, que allí eran diez horas más porque Barna está en el hemisferio sur. Y el chaval va y me da las gracias y le dice al compañero que entonces allá son ahora las doce de la noche.
Yo me quedo muerto, como ustedes pueden entender.
Así que voy y le pregunto: "¿De verdad no sabes dónde está Barcelona?". Él me mira, extrañado, y niega en silencio. Luego me dice que sabe que está en el extranjero, pero que no es capaz de situar en qué continente. El chiquillo es un alumno de los buenos, de los que aprueban todo con nota. Fascinante, en todo caso.
Me tengo para mí que el fracaso escolar ha pasado de los alumnos a los profesores (y, en un sentido más amplio), al mundo adulto en general. El sistema actual nos ata de pìes y manos, pero la verdad es que no hacemos nada por derribarlo, que es lo que se merece. Yo creo que ya está bien de psicopedagogía barata y de buen talante (un concepto que no tiene cabida en la educación, que no es más que dirigir). Estamos creando analfabetos funcionales, gente que sabe leer y escribir pero no se cuestiona nada, ni entiende lo que absorbe por sus ojos y oídos a no ser que esté mascadito.
Aunque, a lo mejor, es que yo trabajo en la trinchera. Es posible que en otros sitios la vida académica transcurra de un modo completamente diferente. Al menos, eso espero.
Saludos desde la Frontera.
Yo me quedo muerto, como ustedes pueden entender.
Así que voy y le pregunto: "¿De verdad no sabes dónde está Barcelona?". Él me mira, extrañado, y niega en silencio. Luego me dice que sabe que está en el extranjero, pero que no es capaz de situar en qué continente. El chiquillo es un alumno de los buenos, de los que aprueban todo con nota. Fascinante, en todo caso.
Me tengo para mí que el fracaso escolar ha pasado de los alumnos a los profesores (y, en un sentido más amplio), al mundo adulto en general. El sistema actual nos ata de pìes y manos, pero la verdad es que no hacemos nada por derribarlo, que es lo que se merece. Yo creo que ya está bien de psicopedagogía barata y de buen talante (un concepto que no tiene cabida en la educación, que no es más que dirigir). Estamos creando analfabetos funcionales, gente que sabe leer y escribir pero no se cuestiona nada, ni entiende lo que absorbe por sus ojos y oídos a no ser que esté mascadito.
Aunque, a lo mejor, es que yo trabajo en la trinchera. Es posible que en otros sitios la vida académica transcurra de un modo completamente diferente. Al menos, eso espero.
Saludos desde la Frontera.
7 comentarios
Ragnar -
Joder, paren el planeta que me bajo, ¿eh?
MJ Sanchez -
Menudo plan, yo lo que me pregunto es si estos algún día distinguirán el colon del higado, porque puestos a que me tengan que remendar las tripas en un futuro, como que me da pánico.
Y es por un poné...
RM -
AMS -
De todos modos lo tuyo Joaqui, ya es que es de bajarse en la próxima. Ni siquiera saben de donde es el Barça? Joer que problema.
Juaki -
Disfruta, hijo, tú que puedes.
RM -
Tampoco se enteraron de nada, eso sí. Pero nos reímos.
alvaro -
Me reservo la depresión...