Japuta, porque no tiene otro nombre...
Vaya, resulta que vivo en una realidad alternativa, y yo sin enterarme. Los picaítos de la serie Matrix estamos de enhorabuenoa (al menos los andaluces): hemos conseguido introducirnos en el universo virtual y no nos hemos enterao.
Fascinante, que diría Spock (para los no picaítos: el de las orejas grandes de Star Trek).
Resulta que leo esta mañana en la prensa local (medio dormido, sin la dosis de café reglamentaria, después de una noche de perros) que nuestra amada y querida Consejera de Educación dice alegremente que lo de la violencia y el acoso que sufren nuestros alumnos en los centros de secundaria es na más que una exageración de los sindicatos y de los docentes que pertenecen a ellos, que nos quejamos por nada, que no es para tanto, que Andalucía va bien (y España, no te veas), que tenemos O melhor sistema educativo do mondo, que es que nos gusta quejarnos más que a un tonto un lápiz con una goma de Doraemon en la punta...
Por favor, señora (por no decir otra cosa), por favor: un poco de piedad y comiseración con sus trabajadores.
Decir que en los centros de secundaria (no ya de Andalucía, sino de toda España) no existen los episodios de violencia incontrolada y los acosos y abusos a los pocos alumnos que se toman las cosas en serio es como decir que la Tierra no gira alrededor del Sol junto al resto de los planetas. Es, además, una total y absoluta falta de respecto hacia el colectivo de docentes andaluces que últimamente se juega el tipo por el simple hecho de ir a trabajar, trabajo que realiza en unas condiciones casi carcelarias. Si no bastaba la opinión generalizada de que los profesores y maestros nos limitamos a tocarnos la barriga, a cobrar a fin de mes, y a tener los famosos tres meses de vacaciones, encima viene nuestra insigne jefa y nos tacha de mentirosos.
Lo que faltaba.
Bien, no pasa nada, tol mundo es güeno, etc, etc. Fale, yo me alegro, pero, como dirían en mi patria chica: "é usté una japuta con toa las letra".
Nada más y nada menos. Aunque claro, no se lo tome a mal: al fin y al cabo somos unos mentirosos, por lo que la aseveración anterior no es cierta.
Saludos desde la frontera.
Fascinante, que diría Spock (para los no picaítos: el de las orejas grandes de Star Trek).
Resulta que leo esta mañana en la prensa local (medio dormido, sin la dosis de café reglamentaria, después de una noche de perros) que nuestra amada y querida Consejera de Educación dice alegremente que lo de la violencia y el acoso que sufren nuestros alumnos en los centros de secundaria es na más que una exageración de los sindicatos y de los docentes que pertenecen a ellos, que nos quejamos por nada, que no es para tanto, que Andalucía va bien (y España, no te veas), que tenemos O melhor sistema educativo do mondo, que es que nos gusta quejarnos más que a un tonto un lápiz con una goma de Doraemon en la punta...
Por favor, señora (por no decir otra cosa), por favor: un poco de piedad y comiseración con sus trabajadores.
Decir que en los centros de secundaria (no ya de Andalucía, sino de toda España) no existen los episodios de violencia incontrolada y los acosos y abusos a los pocos alumnos que se toman las cosas en serio es como decir que la Tierra no gira alrededor del Sol junto al resto de los planetas. Es, además, una total y absoluta falta de respecto hacia el colectivo de docentes andaluces que últimamente se juega el tipo por el simple hecho de ir a trabajar, trabajo que realiza en unas condiciones casi carcelarias. Si no bastaba la opinión generalizada de que los profesores y maestros nos limitamos a tocarnos la barriga, a cobrar a fin de mes, y a tener los famosos tres meses de vacaciones, encima viene nuestra insigne jefa y nos tacha de mentirosos.
Lo que faltaba.
Bien, no pasa nada, tol mundo es güeno, etc, etc. Fale, yo me alegro, pero, como dirían en mi patria chica: "é usté una japuta con toa las letra".
Nada más y nada menos. Aunque claro, no se lo tome a mal: al fin y al cabo somos unos mentirosos, por lo que la aseveración anterior no es cierta.
Saludos desde la frontera.
2 comentarios
Ragnar -
Eso sí: tenéis todo el derecho del mundo de sentiros humillados, insultados y menospreciados.
Y más por semejante gilipollas, que no llega al nivel de hijaputa porque le faltan un par de puntos de EXP.
Lamadrequemepario...
MJ -
Y no te sorprendas, que esto del acoso es que semos unos blandos de carajo, que nos hemos pasado toa la via rascandonos la gaita y sin hacer ni pum, y ahora que nos ponen a "trabajá" de verdá, mira como se me ponen... Serán vagos estos maestros, coñe...
BUUAAHHHHHH